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El compañero por Mario Benedetti


Nunca fui fumador, salvo en una ocasión, em Cuba. Habíamos ido a visitar una fábrica de habanos y a todo costa querían que yo me estrenara con uno de esos tremendos charutos.
Por fin accedí, y como buen inexperto, tragué el humo y por supuesto me desmayé. Estuve más de una hora inconsciente.

Cuando empecé a recuperar el sentido, pero todavía sin abrir los ojos, lo primero que oí fue el comentario preocupado de uno de los cubanos: “ Parece que el compañero se nos murió “ -  Libro Vivir Adrede ( Mario Benedetti )


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